Habitaciones grandes y muy buenas. Es un hotel romántico cerca del aeropuerto Reus.

Su ubicación es excelente, cerca de Falset pero lo suficientemente alejado para relajarse y disfrutar de las viñas y la montaña. Un lujo La atención del personal es muy buena.

Nos ha gustado todo, su ubicación, las istalaciónes el personal, la comida, ideal para unos dias de tranquilidad y para amantes de vinos y zona Priorat.

La ubicacion excelente, la piscina magnifica, la comida muy buena, el personal agradable.

La papelera del baño estaba llena cuando llegamos a la habitacion, la vaciaron rapidamente, pero fue un detalle feo, las paredes de la habitacion tenian manchas en la zona de la ventana, la ducha no regulaba bien la temperatura del agua y la presion del agua era minima.

Hotel perdido entre viñedos y pinos en paisaje agreste, ideal para cansarse andando y descansar en la piscina, aislado de todo. Con buena cocina y vinos.

La ubicación en medio de la sierra es incomparable. Desde la piscina tienes un balcón a la naturaleza. La directora es muy profesional y amable y te aconseja bien sobre las actividades a realizar y las bodegas a visitar.

Al estar aislado en la sierra (a 3.5 km del pueblo, que no tiene restaurantes), y a 15 minutos de Falset (pueblo que sí está lleno de restaurantes), casi te ves obligado a cenar allí cada noche (si quieres probar el vino, y en el Priorato eso es esencial). Si estás más de 2 noches, la carta es demasiado corta y los precios elevados (unos 45-50 euros por persona, tomando un entrante a compartir, cada uno un segundo plato, 1 botella de vino de precio medio Priorat, agua y un postre a compartir).